Era común en aquellos años, que muchas familias del Doque, enviasen a sus hijos a la escuela primaria de la Boca. Se creía que el nivel de la educación allí, fuese de un nivel superior al que podía lograrse en las escuelas de la Provincia. Eso implicaba que aquéllos debíeran trasladarse diariamente, a pié o con el ómnibus 7, y cruzar el antiguo puente transbordador de hierro sobre el Riachuelo, con igual recorrido al regreso. Sin embargo, el nivel de las maestras que tuvimos en la Escuela 35, apreciados hoy con los paradigmas que fuimos comprendiendo mejor en nuestra vida adulta, por la calidad de su trabajo, constituyó un verdadero lujo para nuestra barriada.
Comenzaban las jornadas con una revisión general del aseo personal: uñas, peinado, guardapolvo, pañuelo, lustre de los zapatos. Luego saludábamos colectivamente a la Sra Directora, en aquél entonces la Sra de Fontán; se procedía a izar la bandera, para lo cual se elegían a dos alumnos, que antes la llevaban plegada, desde la Dirección hasta el mástil que estaba ubicado hacia el fondo; se la izaba, mientras todos recitábamos la “Oración a la Bandera”.
Después de las horas de clase teníamos el recreo, en el cual dábamos rienda suelta a nuestras tensiones. Correr, empujar, conversar, gritar, desatarle el moño de atrás - en muchos casos almidonado - a las chicas, y otras múltiples actividades que se desarrollaban vertiginosamente en esos diez minutos.
Los libros de lectura cambiaban cada año. La lectura era una actividad diaria y fundamental, para aprender a leer y a educar la dicción. Pasábamos al frente y debíamos leer en alta voz. Con ello, además, nos familiarizábamos con los argumentos y podíamos reducir, de paso, las faltas de ortografía. Se le prestaba mucha atención al énfasis y a la claridad con los que se expresaban las oraciones, al cuidado de los signos de puntuación, y la comprensión de los textos.
Las lecciones de gramática nos llevaron a entender qué eran los sustantivos y los verbos, con su singular, su plural y los tiempos. La construcción de las oraciones con el sujeto, el verbo y el predicado, y tantas otras cosas que enriquecían día a día, durante todo el ciclo escolar, nuestros modos de escribir y de expresarnos, a la vez que...
Por favor seguí leyendo esta nota en